Aunque a la verdad, tenemos que aprender a estar sin compañía humana, para saber que solo Dios es quien está realmente con nosotros cuando nadie más puede estar. Aceptando que aunque "estemos solos", en realidad nunca lo estamos porque Dios está con nosotros.
El rey David decía: Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo Jehová me recogerá (Salmos 27:10)
ÉL ESTABA SEGURO QUE DIOS ESTABA CON ÉL, SIN IMPORTAR LAS CIRCUNSTANCIAS.
...TE CUENTO ALGO...
Hace 7 años aproximadamente, tuve una experiencia que me hizo entender que el estar acompañado humanamente de alguien no te salva de nada, porque es en Dios que debe estar toda tu confianza.
En ese tiempo vivía en la casa de mi suegro, y mi pareja salía de casa muy temprano para dirigirse a su trabajo. Una madrugada cuando él ya se había marchado, me quedé despierta como de costumbre para orar. Todo estaba transcurriendo bien. Cuando el reloj marcó las 5:40 AM, decidí acostarme un rato para poder descansar, ya que ese día me tocaba lavar mucha ropa. Mientras estaba "dormida" (eso pensaba), intenté despertar pero no podía. Quería moverme, estaba boca arriba, pero por más que lo intentara no podía mover ni un dedo. |
Cabe resaltar que en realidad no estaba dormida, era consciente que ya había amanecido, solo estaba teniendo eso que dicen "parálisis del sueño".
La lucha seguía y sin poder moverme yo llamaba a mi suegro que estaba dormido en el cuarto de al lado, pero no me escuchaba (y es que en realidad no lo llamaba con mi voz normalmente, era solo en mi subconsciente que lo hacía). Intenté lo más que pude y miré hacia los pieceros de la cama y vi a "un hombre con apariencia de un niño de 6 años", tenía forma como de sombra, era oscuro. Veía cómo se estaba subiendo encima de mí, moviéndose de forma cómo si tuviera intimidad conmigo. Recuerdo que lo único que yo podía ver claramente de él, eran sus dientes y sus ojos brillantes... Se estaba burlando. Todo mi cuerpo empezó a temblar, pero traté de calmarme; necesitaba hacerlo. ~Estaba sola~ pensé. Luego oí una 🗣️ voz que me dijo: ~reprende~. Le respondí: ~No puedo mover los labios, ¿Cómo hago entonces?~ ~¿Qué puedo decirle?~ ~Hazlo con la mente, me dijo. Solo di: JEHOVÁ TE REPRENDA~ |
Créanme tuve miedo, mucho miedo. Pero esa voz que escuchaba me dio fuerzas.
De imediato comencé a decir: JEHOVÁ TE REPRENDA... Lo dije muchas veces, no recuerdo cuántas, pero mientras lo decía, se iba bajando de sobre mí, hasta que desapareció o eso pensaba yo. Luego, intenté moverme nuevamente pero seguía sin poder hacerlo. De repente, lo veo nuevamente, allí estaba pero ya no a mis pieceros sino de pie a mi lado izquierdo. Pensaba: ~¿Cuándo acabará esta pesadilla?~ Mientras eso me miraba, tomé valor y le pregunté: ~¿Qué haces aquí?~ Pero no me respondía, solo estaba intentando subirse de nuevo sobre mí. Yo le dije: ~para acá no vienes, te vas en el NOMBRE DE JESÚS~ |
No les miento, apenas mencioné el nombre de Jesús, se fue.
👏 | Por fin pude ir moviéndome poco a poco hasta que me levanté y me senté en la cama. Jamás había pasado por algo así, hasta ese día. |
Después de esa madrugada ya nada volvió a ser igual, tenía miedo de hablar, de reírme, de llorar e incluso de orar. NO PODIA ABRIR MI BOCA PRÁCTICAMENTE PARA NADA.
Lo sucedido esa madrugada afectó mi intimidad con mi pareja, él me hacía preguntas pero yo no respondía. También afectó mi relación con Dios, afectó incluso mis relación con las demás personas.
😌 | Había pasado una semana de lo transcurrido y nada había mejorado. En la iglesia donde me congrego oraban por mí y recuerdo que mi líder me dijo: ~no importa lo que sientas, di: soy libre en el nombre de Jesús~ Las semanas siguientes ese espíritu maligno, seguía molestando, incluso estando mi pareja presente... antes pensaba que sí estaba con él, no me iba a pasar nada. PERO CREER ESO ES UN AUTOENGAÑO. |
El único que te puede salvar, cuidar, proteger, es Dios. Cuando nadie está contigo, Él lo está y aún cuando estés rodeado de personas, pero que no pueden hacer nada por ti, Él lo puede hacer.
...Esta vez ya no tenía miedo. Dios me había fortalecido con cada oración que las demás personas hacían por mí.
¿CÓMO PUDE VENCER ESTA CRISIS?
1- Superando el miedo. Proverbios 29:25 (NVI) → Temer a los hombres resulta una trampa, pero el que confía en el SEÑOR sale bien librado.
2- Recordando que soy libre en Jesús. Juan 8: 36 (RV 1960) → Así qué, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
3- Por la ayuda en oración de las personas a mi alrededor. Santiago 5:16 (RV 1960) → Confesaos vuestras ofensas unos a otros y orad los unos por otros, para que seáis sanados; la oración eficaz del justo puede mucho.
4- Retomando la oración en mi estilo de vida. Efésios 6:18 (NVI) → Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alertas y perseveren en oración por todos los creyentes.
5- Reconociendo que Dios es el único que nunca nos deja sol@s.
Con esto quiero que aprendamos cada día a poner nuestra confianza solo en Dios. Él es el único que puede hacer las cosas que nadie más hace.
NO FUE FÁCIL, pero fui libre de esa opresión con la ayuda del todopoderoso.
TE REGALO ESTE VERSÍCULO:
Salmos 27:3 → Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado.
RECUERDA: "aunque estés sol@", nunca estarás sol@. DIOS ESTÁ CONTIGO 😇



